Después de muchos años batallando en el género de la conducción con su saga “Need for Speed”, EA decidió darle un nuevo aire y un giro total a su siguiente juego de carreras. No tendría nada que ver con el tuning, utilizado y sobado hasta la saciedad en los últimos años por distintos juegos y con distintos estilos. También se dejarían a un lado las carreras ilegales, alma de la saga antes nombrada desde sus primeras apariciones. Además, la salida de “Hot Pursuit” de Criterion llenaría ese hueco del corazoncito de los jugones ya veteranos, que recordarán los primeros juegos de la serie con gran cariño. No, EA quería entrar en el terreno de la competición pura y dura, al lado de los más fuertes: Forza MotorSport y Gran Turismo. Estos nombres despiertan admiración y al mismo tiempo mucho respeto para quien intenta siquiera mirarles a la cara, debido a sus poderes tanto lúdicos como de opciones. Sin embargo, con Slightly Mad Studios se intentó levantar un hueco entre ambos, y así hacerse con un puesto a su lado. Este primer intento fue llamado “Need for Speed Shift”, y la verdad es que su propuesta llamó la atención de casi todo el mundo.
Sacado de Meristation
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